Rememorando la
historia de los trabajadores y de los sindicatos, es imprescindible recordar
que el 1 de mayo es conocido como el Día
Internacional del Trabajo, uno de los profesores de sociales durante el
bachillerato nos enseñaba, que esta fecha surgió como homenaje a los llamados Mártires de Chicago que murieron en una
manifestación en 1886 denominada la
Revuelta de Haymarket, el recalcaba que durante este día en todos los lugares
del mundo, trabajadores y sindicatos realizan multitudinarias marchas, los
cuales observamos por noticias, periódicos y por internet, pero el artículo del
Heraldo
nos muestra un gran inconveniente “solamente el 4.6% de los trabajadores se encuentran
sindicalizados”.
Después de analizar
el artículo, se evidencian diversos estereotipos que ha salido a flote cuando
se habla del sindicalismo, en primer lugar, se asocia al sindicalismo como un
delito, por ende, muchos trabajadores son despedidos, como segunda parte, un
factor que incrementa la poca sindicalización de los trabajadores es la
informalidad laboral, la cual en este contexto es alarmante, además, es
fundamental aclarar que un trabajador con un contrato a término fijo o
contratado por bolsas de empleo no puede afiliarse; lo que está generando una
disminución en la cantidad de nuevos afiliados a los sindicatos.
Siguiendo estos
problemas lo más alarmante, es la tendencia de los trabajadores de alejarse de
los sindicatos, por miedo a represalias o la misma desconfianza en sus
dirigentes, que se manifiesta en las negociaciones (un ejemplo claro es que
hasta la fecha los trabajadores estatales no han podido tener un aumento en su
salario, ya que la CUT y la CGT, no han conseguido una conciliación con el
ministerio público) y la reivindicación de los derechos de los trabajadores (es
importante conocer que en Europa y
América del siglo XIX los trabajadores lucharon por los tres 8, que consistía
en 8 horas de trabajo, 8 horas con la familia y 8 horas de descanso), donde las
centrales obreras no han logrado conquistar o en otros términos, posicionar sus
pliegos de peticiones en la política pública.
No se debe olvidar
que en el contexto colombiano no están claros los derechos a la libertad
sindical, se han usado constantemente
pactos colectivos, pero una de la grandes criticas como se señala en la noticia
es la poco participación del sindicalismo en las preocupaciones macro sociales
y macroeconómicas que los ha relegado a “reivindicaciones fabriles”.
En este marco la
tarea y el trabajo de los sindicatos debe ser mayor, su obligación es
transformar sus pautas, objetivos, misión, visión, estructura y formas de
negociar, para atraer a una mayor cantidad de afiliados, conjuntamente,
analizar sus pliegos y concretar que estos sean parte de los derechos y las
reivindicaciones de los trabajadores, con lo que se podría afianzar el trabajo
de base o desde sus afiliados y de esta forma, repotenciar el sindicalismo.
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